7/5/09

Que no acabe nunca ese sueño...

Según el diccionario de la Real Academia Española de la lengua, la excelencia es aquello superior en cuanto a calidad o bondad que lo hace digno de admiración o aprecio. Ese sustantivo se puede aplicar perfectamente al Barcelona.
Anteayer, después del popularmente llamado "chorreo" que endosó el conjunto blaugrana al Real Madrid (2-6), que fue mucho más allá del resultado, el Barcelona disputaba el encuentro más feroz de la temporada. El Chelsea de Hiddink presentaba su arma más mortífera: la resistencia y contundencia física ante el plástico fútbol total del Barça.
El partido empezó tosco, con un gol tempranero de Michael Essien. Essien, una de las grandes perlas que en la última década nos ha ofrecido el continente africano, se vistió de Zinédine Zidane y coló con su "pierna mala" el balón hasta el fondo de las mallas de la portería de Valdés. Disparo imparable para cualquier portero del mundo, impecable.
A partir del gol de los "blues" el partido fue por los mismos derroteros. A mi entender, uno de los grandes errores tácticos de Guardiola fue poner a Touré de central. Las razones son que el Barça, en el medio campo, donde tiene su gran baza, Xavi e Iniesta no puedieron desplegar su habitual juego. Aún así, aunque el marfileño sea muy lento en el giro sobre su mismo eje corporal, paró en seco a los dos delanteros rivales en muchas ocasiones. Bien por él.
Fue un partido agónico, con muchas faltas. Diferentemente a la ida, no fue solo el conjunto británico el que hizo faltas. El Barcelona hizo dos claros penalties: el de la pugna de Alves con Malouda y el de las manos de Piqué, que, aunque fueran involuntarias, cortaban una clara jugada de gol. La increíble expulsión de Abidal desquició al conjunto azulgrana y obligó al técnico de Santpedor a cambiar el planteamiento táctico, cosa que propició el acecho constante del Chelsea.

Faltaban 10 minutos. Particularmente no confiaba en una remontada barcelonista. El partido estaba descontrolado. Valdés siguió salvando al conjunto catalán e hizo callar muchas bocas; Alves, una motora descontrolada, se topaba con la fuerte defensa londinense; Piqué, consolidándose cada vez más como uno de los mejores centrales del mundo, ejercía su poder en casi todas las posiciones del campo... estuvo tremendo; Xavi buscaba algún agujero para conectar con la delantera; Messi estaba más desaparecido que en otros partidos; Eto'o estaba mal, muy mal; e Iniesta estuvo controlado por la defensa del Chelsea.
El mayor error del Chelsea fue no confiar en el joven de Fuentealbilla. No confiaban en que el manchego, en el agónico minuto 93, se coronaría como rey del partido; no confiaban en el poder de chut que escondía el talentoso y humilde jugador del Barça. Con la épica que ha caracterizado al Real Madrid desde hace tiempo, Iniesta hizo enloquecer a todos los azulgranas del mundo. Ni los tacos que recibió de Essien ni las reiteradas faltas del Chelsea fueron obstáculo para que el manchego fusilara la portería de uno de los mejores porteros del mundo, Petr Cech. No hay palabras para describir lo que significó el gol de Iniesta ni la épica que suponía pasar a la final en el último suspiro.

Se gane o no al Manchester, en la final están los dos equipos que más lo han merecido. Según el carioca Kaká están los dos equipos que todo el mundo quería. Según el Chelsea, sus jugadores y su directiva, se produjo el robo del siglo. En todo caso, en la final del día 27 de este mes, se van a enfrentar dos maneras diferentes de ver el fútbol, los dos equipos que mejor fútbol han dado ese año. Manchester United-FCBarcelona, FCBarcelona-Manchester United, dos equipos que también se van a enfrentar a si mismos, demostrando que son mejores que el Dream Team de principios de los 90 y que el Manchester de Giggs, Sheringham, Beckham o Solksjaer.

Que no acabe nunca ese sueño... amén.




Finde deportivo

Giro de Italia.
La edición número 100 del Giro de Italia empieza este sábado desde Venecia y con un prólogo de 20.5 kms. Las mejores bicicletas del panorama internacional, con alguna notable ausencia como la del español Contador, intentarán coronarse el 31 de mayo en Roma. Será la primera ocasión después de su retirada que Lance Armstrong vuelva a participar en una gran vuelta. Basso, Leiphemer, Cunego, Pozzatto, Menchov o incluso Valverde son los más claros aspirantes para adjudicarse ese Giro del Centenario. Veremos qué hace el siete veces campeón del Tour. El americano no tiene nada que perder...


Gran Premio de España de f1.

En Montmeló tiene cita ese sábado la f1. Desde el Circuit de Catalunya, los BrawnGP
intentarán consolidar su poder en el primer circuito europeo del presente mundial. Los Ferrari intentarán renacer de sus cenizas como el ave fénix. Por su parte, Alonso hará lo que le permita el coche. Una vez más el asturiano deberá confiar en su calidad innata para intentar algo.


Campeonato de Liga Española.
Este fin de semana puede haber el alirón el Camp Nou. El mejor Barça se la juega contra un tocado Villarreal (domingo a las 19h, por Tv3 y la Sexta) que se la juega por estar en la edición de Champions de la temporada que viene. Por su parte, el Real Madrid visitará Mestalla (sábado a las 22h, por Tv3 y la Sexta) con la importante baja de Lass Diarrá, el pulmón del equipo. Los de Juande confían en un milagro para puntuar y seguir vivos en la campeonato liguero.



Pau Lladó i Rebull ©